Llevo utilizando Inbox desde que Google lo dio a conocer por octubre de 2014.
Al principio no es que lo usara mucho, era la curiosidad de qué era y qué tenía de diferente con respecto Gmail. Pero decidí probarlo a fondo y no me arrepiento, ha sido mi cliente de correo electrónico desde entonces.
Ahora veo que Google va a cerrar Inbox con el pretexto que Gmail ya incorpora las funcionalidades de Inbox. MENTIRA, y gorda.
Lo digo en alto y haciendo énfasis. Que si, que Gmail ahora tiene las “etiquetas inteligentes” que nacieron en Inbox y otras mil cosas que en Inbox eran más sencillas o simplemente automáticas y no existían en Gmail. Pero Inbox jamás fue Gmail, por tanto Gmal tampoco es Inbox.
¿Me he vuelto loco?, No, siempre estuve loco, pero eso es otro tema.
La principal diferencia entre Gmail e Inbox es el concepto en si. Gmail es un cliente de correo clásico. El correo es correo y Gmail lo maneja bien, incluso ahora mejor ya que incorpora las mejoras venidas de Inbox. Sin embargo en Inbox el correo es tratado como si fueran tareas, y según ese planteamiento Inbox actúa como un gestor de tareas.
Son dos planteamientos muy distintos, y la verdad, cuando te acostumbras a que cada correo sea una tarea y con un simple gesto (en el móvil) o un clic (en el navegador) puedes decidir si la tarea está completa o posponerla, es una gozada.
La gente organizada utiliza gestores de tareas y otras aplicaciones para organizarse, pero no hay nada que permita organizar el correo de manera tan sencilla y eficaz como lo hace Inbox:
- Te llega un correo y se queda en la bandeja de entrada como una tarea pendiente.
- Lees el correo, si es de los que sólo con leer el asunto te vale: lo marcas como completado y hasta más ver.
- Si tienes que hacer alguna gestión a raíz del correo, puedes dejarlo en la bandeja de entrada hasta que completas y puedes marcarlo como completado.
- Si decides posponerno puedes darle una fecha en la que te volverá a avisar y mientras tanto no lo verás en la bandeja de entrada incordiando.
Es fácil de utilizar, muy limpio y sobre todo no requiere ningún esfuerzo ponerlo en práctica. Cada correo es una tarea, por si mismo, sólo por el hecho de haber llegado a tu buzón. No necesitas hacer nada. Ahí está el quid de la cuestión.
En cierta manera te obliga a organizarte, aunque seas un desastre como es mi caso.
Google hace mal al eliminar Inbox, ya que no ha implementado el correo como tareas en Gmail. Debería mantener el servicio o al menos ofrecer en Gmail el mismo tipo de funcionamiento.