Desde que la industria empezó a deslocalizar sus fabricas llevando gran parte del peso de la fabricación de productos al lejano oriente el auge de los productos remarcados se ha instalado en todos los ámbitos.
Hace unos años surgieron en los supermercados los productos de marca blanca, aunque en algunas cadenas de hipermercados ya eran comunes las marcas propias. Ambos términos hacen referencia al mismo tipo de producto: un producto remarcado. Una fábrica que no vende directamente bajo una marca concreta sino que vende a distintos distribuidores cada uno con sus especificaciones y calidades concretas. Es común encontrarse productos remarcados en electrónica de consumo, ya que la fábrica puede reducir costes al tener producciones más grandes que si vendiera sólo bajo una sola marca. Los distintos proveedores tienen un producto con más margen de ganancia que pueden ofrecer a sus clientes a mejor precio. Tanto la fábrica como el distribuidor ahorran también en publicidad. Y el cliente final no tiene porque llevarse un producto de menor calidad simplemente por el hecho de no ser una marca de toda la vida.
Cualquiera que haya visitado alguna de las muchas webs chinas de venta de todo tipo de productos habrá comprobado como muchas marcas, vendedores, distribuidores, venden los mismos productos muchas veces con nombres distintos, aunque salte a la vista que el producto sea el mismo. En multímetros y pinzas amperimétricas también ocurre esto. De hecho he llegado a ver un mismo aparato con cinco marcas diferentes.
Por lo que he podido ver hay un poco de todo:
- Fabricantes que para completar su gama de productos remarcan aparatos de otro fabricante.
- Distribuidores que bajo una misma marca venden aparatos de varios fabricantes cambiando incluso la referencia del producto (algunos cambian la marca pero no la referencia del producto).
- Distribuidores que venden bajo la marca original.
- Distribuidores que venden remarcando el producto ya remarcado. Le cambian la marca pero no la referencia del remarcador.
Inocente de mí pensaba que esto en Europa se limitaba a la electrónica de consumo, que las marcas europeas de aparatos de medida no remarcaban. Por eso me sorprendí cuando buscando más información sobre algunos multímetros me encontré con un análisis de un aparato que me sonaba:
Se trataba del Owon B35T (la imagen corresponde a su hermano sin TrueRMS el B35). Al final encontré la web del fabricante y pude ver que la serie Owon D35(T)/B35(T) corresponde con la serie Promax PD-35x. Si la misma serie que corresponde a mi análisis del Promax PD-352.
Revisando las especificaciones pude comprobar que el PD-352 que yo analicé se corresponde con el Owon B35T+ y en las webs chinas se puede encontrar por aproximadamente la mitad de lo que vale el Promax en tiendas nacionales.
Así que me tocaba digerir que marcas tan reconocidas en su sector como Promax con gran recorrido, experiencia y calidad también remarcaban parte de su catálogo. Y no voy a poner excusas: fui inocente pensando que esto no ocurría con marcas europeas.
Sin embargo no podía dejar las cosas así y me puse en contacto con Promax, una vez mas Jordi tuvo la paciencia y la amabilidad de atenderme y contestar a mis preguntas.
Me explicó que era habitual en la industria completar catálogo con productos fabricados por otros. Dichos productos se adquieren con los estándares de calidad que la marca estipule convenientes. Y por último y más importante: la marca se hace responsable del producto. Para mí esto es lo más importante y lo que justifica la diferencia de precio.
Si cualquier aparato vendido bajo la marca Promax falla, independientemente de donde se haya fabricado, Promax se hará cargo de su garantía y soporte: tanto si corresponde una sustitución como si toca una reparación. No nos olvidemos que Promax tiene unos excelentes laboratorios donde fabrica y da soporte de sus productos.
No quiero ni pensar en la odisea de que te falle un Owon y quieras recurrir al soporte en China, sólo los gastos de envío superan el coste del aparato.
Así que lo que nos queda de esta historia es que en todos los sectores se trabaja de alguna manera con productos remarcados. De forma más o menos visible, pero en todos los sectores se produce. También que no es lo mismo comprar el original en China a precio de coste que comprarlo a una marca europea o nacional como producto remarcado. En el primer caso te puedes haber enfrentado a la posibilidad de que tu compra sea retenida en aduanas (o cosas peores) y te será difícil obtener soporte técnico, en el segundo te has librado de los problemas de importar nada y además tienes el soporte de calidad al alcance de la mano.
Puede que alguno piense que es mejor pagar la mitad por el aparato Chino, y la jugada le puede salir bien. Pero está realizando una apuesta: que no halla problemas con la aduana, que no tenga que pagar la importación, que el multímetro cumpla las especificaciones y funcione, que no se le estropee el aparato… O tal vez prefieras comprar el aparato remarcado y vas a tiro hecho porque es Promax quien se ha preocupado de traer desde China el aparato, comprobar que funciona y cumple las especificaciones antes de vendértelo, y si aún así algo va mal tienes a tu disposición el servicio técnico para solucionarte el problema sin tener que enviar el aparato de vuelta a China.
Y sin embargo también hay abuso de la remarcación creando marcas fantasmas que intentan vender producto remarcado como fabricación y diseños propios a precios desorbitados. Quizás en el sector de los aparatos de medida electrónicos (para electricistas, electrónicos, antenistas…) no ocurra esto, pero en sectores como la relojería si está ocurriendo y lo peor es que dichas marcas no se diferencian mucho de auténticos timos.
Muy interesante que lo pongas en conocimiento de todos. Remarcar no es malo ni ilegal, pero tampoco debe ocultarse.