De lejos nos agobia, la distancia se hace notar con el silencio, de cerca es cálido, tibio, acogedor y reconfortante. Coge el camino y sube a una de tus verdes lomas, ponte de cara al sol y siéntate, reclínate cómodamente con la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, que el sol se haga sentir por tu rostro… por todo tu cuerpo… escucha… siéntelo… siente el silencio, tal vez un pajarillo rompa en trinar y tímido aliento de vida… imagina que estoy contigo… en idéntica actitud, siente mi presencia callada… mírame, sonríes… sabes que he gozado tanto como tu… sobran las palabras cuando lo que más necesitamos es sentir que no estamos solos… que alguien nos acompaña y está con nosotros…